Umbrella Chronicles - RPD Secret Documents - BSAA Desktop - Confidential Reports

Jan 10, 2010

6. Los mercenarios

1993
Estos soldados han perdido la cabeza.
Han olvidado lo que es el miedo y la supervivencia.
Es hora de que recuerden...

En 1993, un accidente provocó la alarma en la cadena de mando de la corporación; se produjo en la Planta 57, en un pueblo del África occidental, donde escaparon varias B.O.W. de experimentación acabando con la vida de un buen número de trabajadores. Inmediatamente, se declaró una situación de emergencia y fueron enviadas las fuerzas especiales para erradicar toda prueba de lo que había ocurrido; esto incluía el asesinato de los adultos del pueblo, a fin de no dejar testigos. Los soldados cumplieron con su cometido, el gobierno ignoró la masacre, y muy pronto, el incidente quedó envuelto en humo. Pero los altos mandos de Umbrella previeron que éste podría ser sólo el primero de una cadena de incidentes similares, de modo que invirtieron fondos para formalizar su ejército privado. El propio fundador, Lord Spencer, nombró al coronel Sergei Vladimir -con quien había trabado amistad en estos años- "Capitán de la Guardia", otorgándole el mando de las milicias de su compañía a cambio de un juramento de lealtad ineludible. Bajo el ala de Sergei, se fundó el Servicio de Respuesta a Peligros Biológicos (U.B.C.S., Umbrella Biohazard Countermeasure Service), consolidándose así el ejército privado de Umbrella. Fácilmente podría decirse que emulaba el ejército de cualquier país: sus unidades se dividían en pelotones, y estos a su vez en escuadrones de una docena de efectivos, cada uno con su rango y posibilidad de ser promocionado. Sus filas fueron engrosándose con viejos perros de la guerra, mercenarios de países comunistas y sólida formación militar, de entre los cuales el coronel Vladimir escogió a un compatriota moscovita como mano derecha; uno al que ya conocía de luchas pasadas.



Le apodaban "Zorro Gris", pero su nombre era Nicholai Ginovaef. Antiguo miembro del Spetsnaz, Nicholai era la clase de hombre con sangre fría que Sergei necesitaba para mover los hilos del órgano de vigilancia de la compañía: Monitor, un servicio de inteligencia y espionaje interno de alto secreto -paralelo al de contraespionaje, que era el Departamento de Información donde Albert Wesker trabajaba. La admisión en Monitor requería, en primer lugar, una total carencia de escrúpulos y Nicholai cumplía con el perfil. Los agentes se hacían pasar por empleados normales de la compañía para desempeñar cometidos de espionaje, destrucción de pruebas o incluso asesinato, sin importar cuán profunda fuera la traición; eran los "Supervisores" -también llamados "Observadores" o "Monitores"-, los alfiles del Capitán de la Guardia. El resto de los mercenarios del U.B.C.S. cumplían como meros peones, estafermos para las B.O.W. y actores para satisfacer la conciencia de la empresa. Representaban la imagen pública de su compromiso ante la seguridad y la protección de sus clientes, si bien la realidad resultaba muy distinta.

DIARIO DE UN MERCENARIO

Durante las operaciones de limpieza, en incidentes que se sucederían como el de la Planta 57, los mercenarios brindaban una demostración práctica de la efectividad de las armas biológicas; combatientes de carne y hueso que tenían la última palabra frente a los análisis informáticos y la estadística. Los Supervisores se encargaban de recoger estos valiosos datos de combate, que luego servían para acelerar, modificar o cancelar las investigaciones; su obtención era clave en el desarrollo de futuras B.O.W. Aunque era un trabajo arriesgado, la recompensa era tan ostentosa que hacía merecer la pena enviar a todo un pelotón U.B.C.S. a una muerte segura con tal de reunir los datos de combate. Así es que Nicholai, "Zorro Gris", no dudó en aceptar la oferta del camarada Sergei. Era un trabajo hecho a su medida.



Pero no eran los mercenarios del U.B.C.S. los únicos en cerrar las filas del ejército privado. Además de sus mercenarios, Umbrella tenía sus propios soldados para hacer frente a las amenazas biológicas que desencadenaban sus actividades. Actuaban paralelamente al U.B.C.S., pero siempre desde las sombras, con cometidos más semejantes al de los agentes de Monitor. Eran el Servicio de Seguridad de Umbrella (U.S.S., Umbrella Security Service), su unidad de fuerzas especiales. Recibían entrenamiento anti-B.O.W. específico y se encargaban de toda índole de misiones de alto secreto, desde el transporte de una cápsula B.O.W. a la recuperación de una muestra o la escolta o asesinato de un personaje determinado. Una muestra de sus acciones fue el encubrimiento y consecuente matanza en el pueblo monopolizado por la Planta 57. A diferencia del U.B.C.S., que realizaba misiones más visibles como el rescate de civiles, el U.S.S. tenía un reducido número de efectivos, repartidos en equipos y divisiones, y sólo respondía a los oficiales de más alto rango de la corporación.



MENSAJE

En este mismo año, cinco depués de las muertes de Sir Alexander y Alexia, Sir Alfred Ashford, último superviviente y cabeza del linaje, se graduó en una universidad inglesa y ocupó el lugar que por su apellido le correspondía en la cadena de mando de la corporación. Además de concedérsele la supervisión de la Base Antártica que construyó su padre, fue asignado como comandante en una isla de los mares del sur, a varias leguas de la costa chilena: la isla Rockfort. Más que un mérito, fue un confinamiento que agravó la inestabilidad mental de la que ya era víctima desde pequeño. Tiempo atrás, aquella isla había sido violentamente desposeída de sus pobladores indígenas por Umbrella, de cuya presencia tan sólo quedó como siniestro testigo una cripta subterránea en la pared de uno de los acantilados. Asfixiado por la soledad, el joven Alfred pronto hizo de Rockfort su feudo personal. Erigió un palacio para comandar la isla y su primer mandato fue la construcción de una prisión donde trasladar desde ultramar a los saboteadores potenciales y traidores a los fines de la corporación, con el oscuro objeto de emplearlos como cobayas en el laboratorio de investigación que también alojaban las instalaciones. Poco después, a finales de año, terminó la importante construcción de un centro de entrenamiento militar; importante porque dotaría a Rockfort de su principal función, adiestrar a las escuadras anti-B.O.W. que compondrían el U.S.S. Aislado en su baluarte, Alfred se alejó progresivamente de la realidad para crear la suya propia, donde lo único que importaba era cumplir su labor como guardián de su difunta hermana, la reina.

MEMORÁNDUM DE ALFRED

En un punto posiblemente tardío de la década de los '90, Umbrella comenzó a desarrollar un proyecto de tropas genéticamente modificadas, basado en los datos de combate de sus unidades paramilitares. Mediante un proceso abaratado de clonación y el uso inhibido del virus T, se crearon las primeras B.O.W. anti-B.O.W., híbridos humanoides capaces de retener la inteligencia suficiente para seguir órdenes, manejar subfusiles y realizar ataques coordinados. Estas tropas artificiales, logro de la ingeniería genética, dieron forma a la misteriosa Unidad Limpiadora de Umbrella (U.T., Umbrella Trashsweepers), bajo las órdenes de un comandante de las fuerzas especiales. Sólo era desplegada en casos de estallido de nivel A -el máximo nivel-, con el propósito de borrar cualquier prueba  y desaparecer sin dejar rastro, como una sombra en la noche. Su génesis permanece en el más absoluto secreto.


No comments:

Post a Comment