Umbrella Chronicles - RPD Secret Documents - BSAA Desktop - Confidential Reports

Jan 9, 2010

5. Restos de un experimento enfermizo

1991
Los Tyrants son mis hermanos. Mis hermanos y yo 
daremos pie a una nueva era para toda la humanidad.
Sergei Vladimir

Fuera de las húmedas y frías paredes del laboratorio de Arklay, fuertes cambios agitaban el mundo. Era el año 1991; el antiguo bloque soviético se desmoronaba en silencio, sin remedio, y muchos hijos de la Madre Rusia quedaron huérfanos y faltos de propósito. Tal fue el caso del ex-coronel Sergei Vladimir y sus hombres del Ejército Rojo, a quien azares desconocidos quisieron poner por esas fechas en contacto con Umbrella. Les fue ofrecido un nuevo lugar y una nueva vida, a cambio de su lealtad para formar filas bajo el paraguas de la corporación; no sin pesar, y como en el caso de tantos otros militares de la disgregada Unión Soviética, se vieron en la tesitura de venderse al capitalismo. El creciente terrorismo corporativo del que estaba siendo objeto Umbrella había llevado a la necesidad de engrosar sus fuerzas paramilitares, y ésta era la ocasión idónea para hacerlo a bajo coste. Pero el alistamiento trajo además un hallazgo del todo inesperado.



A partir de su ficha médica, se comprobó que el coronel Vladimir apuntaba a ser uno de aquellos extraños casos -de 1 entre 10.000.000- en los que el virus T producía la mutación específica del Tyrant. De ser así, el estudio de su código genético podría ser clave para el programa de desarrollo. El mismo Spencer lo sabía y acudió a Vladimir personalmente para hacerle una oferta: si participaba en el Programa Tyrant y cedía su material genético, él mismo le aseguraría su lugar en la corporación. Vladimir, que de pronto veía en Umbrella una oportunidad para reconstruir su mundo desmoronado, aceptó el ofrecimiento. En los meses siguientes se sometió por completo a la voluntad de los investigadores y, gracias a la avanzada tecnología adquirida, se produjeron diez clones suyos, que servirían de base para una futura producción en masa e impulsarían de forma definitiva el Programa Tyrant.



Tras el éxito conseguido con el modelo Tyrant 002 (T-002), los investigadores de Arklay decidieron ir un paso más adelante. En los laboratorios de Europa seguían trabajando en el Proyecto Némesis, perfeccionando la simbiosis entre parásito y huésped como solución al problema del control sobre el Tyrant. Basándose en la misma premisa, en Arklay se planteó un diseño alternativo. En vez de utilizar un organismo parasitario inestable -como había demostrado ser Némesis-, aplicarían un remedio más acorde al signo de los tiempos: conexiones de chips a las células cerebrales, con el propósito de que el Tyrant fuera manejado a distancia desde un ordenador de última generación. Se trataba del "Proyecto TALOS.", el Guardián de Creta; la gran ambición de Umbrella. Una idea no desprovista de mérito, pero que aún carecía de la tecnología necesaria. Su desarrollo quedaba, pues, todavía lejos, y el prototipo T-011 "Talos" permaneció durante años rodeado de secreto en los niveles más profundos del laboratorio de la mansión.

PROPUESTA DEL PROYECTO TALOS

Para esas fechas, Albert Wesker había renunciado a su carrera como investigador. Los nuevos proyectos que se trazaban en Arklay sobrepasaban con creces sus capacidades y no le quedó más remedio que abandonar el complejo, aceptando sus propias limitaciones; en su lugar, solicitó se transferido al Departamento de Información de Umbrella, con el objetivo de acercarse lo más posible al fundador, cuya figura e intenciones seguían obsesionándolo. El doctor William Birkin no volvió a trabajar en ninguno de los proyectos relativos a 'T'. Los hallazgos que había realizado en "ella" revolucionarían por completo, no sólo el mercado de las armas biológicas, sino también las vidas de todos ellos. Un nuevo virus se había sintetizado de forma espontánea en el organismo de "ella", a partir de los restos de las distintas cepas que le habían sido suministradas a lo largo de su torturada existencia; desde 'Progenitor' hasta el parásito Némesis. Su potencial, según los estudios de Birkin, era incomporable a nada visto anteriormente, el pináculo de los agentes derivados del virus madre. Y era su creación.



La principal diferencia de este virus con respecto a 'T' y 'Veronica', era su capacidad de reconstruir fisica y genéticamente el organismo infectado sin necesidad de agentes externos. Un virión cualquiera puede mutar por sí mismo en un entorno aislado, pero dentro de un organismo, donde existen inhibidores y toda clase de variantes, las cosas cambian; se necesita una influencia externa como la radiación para provocar mutaciones serias, y aún así, es a través de las generaciones cuando se produce la evolución. Los experimentos en Tyrant demostraban que sólo mediante la exposición a ciertos catalizadores se activaba la capacidad mutagénica del virus T, modificando el cuerpo del infectado; y con todo, los cambios entraban dentro de la estadística. El reciente descubrimiento, en cambio, era capaz de forzar esa evolución sin necesidad de catalizadores, creando una forma de vida enteramente nueva e impredecible sobre el organismo base. 

Dado que estas hipótesis de Birkin sobre el virus se desviaban del concepto original de las armas biológicas, Wesker no esperaba que encontrara luz verde. Sin embargo, en contra de todo pronóstico, Spencer aprobó su plan de investigación. No satisfecho con eso, para que su genial descubridor dispusiera del entorno y el instrumental necesarios, inició la costosa construcción de unos laboratorios subterráneos en los límites de Raccoon City, la tranquila ciudad cerca de la cual, sumergido en los bosques, se encontraba el complejo de Arklay. Aquel movimiento del fundador agitó todavía más a Wesker, incapaz de concebir el nuevo virus como un arma potencial. Spencer tramaba algo más allá de los fines comerciales. No en vano, este proyecto transformaría Umbrella; Birkin lo llamó simplemente 'G'.

OBSERVACIONES


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